ESCUALOS


Transita la ciudad como un escualo
Insiste en el lugar del alimento,
Busca raras especies animales.
Urde trampas inútiles, persigue
Rastros indefinibles, hoza flores
Ocultas en jardines invisibles.
Nadie buscó jamás con tanto ahínco.

Blancas horas de insomnio le han dejado
Leves huellas azules en los ojos,
Ángeles tristes pueblan sus pupilas.
No sabe que su mente va minando
Cuantos sueños le impone el corazón.
Otros en su lugar desistirían.

TAN SOLO ENCUENTRA TIBURONES BLANCOS.

LA MISMA HISTORIA


Han pasado las horas y las nubes.
En su cerebro flotan todavía
vestigios del alcohol y de la noche.
La resaca, como un tiburón blanco,
desgarra a dentelladas la memoria.

Paseo de borrachos, y la luz
surgiendo en los cristales del Bancaya
como si el sol brotara entre sus muros.
Paseo de borrachos. Y palabras
que hablaron del amor, también del tiempo.
¿Qué quedará después sino el recuerdo
de los besos, la nuca, los abrazos,
un fragor de autobuses, una monja,
el agridulce trance del adiós?.
Ya presiente la angustia aunque se calla.

Otra noche vendrá y será distinta
la forma de escribir la misma historia.
Miserable ternura. ¡Cago en Dios!

RELATIVIDAD




NO hace falta
un lugar especial
ni siquiera es precisa
una astral conjunción
ni el éxtasis ni el llanto ni la droga
la fe sobra también
y no se necesita iniciación
para el triste experimento
su enseñanza es igual para el necio o el cínico
y su conocimiento no es dichoso
repugna a la razón
y al sentimiento

para su ejecución todo es sencillo
amar
amar con fuerza idéntica
al temblor de la carne
lo amado se desplaza
con lamentable urgencia hacia confines
remotos
se destruye

VETE


ANTES de que la luz irrumpa en este cuarto
Lo negarás de nuevo, amor, lo negarás
Añadiendo ejercicio a la mentira.
Por mí puedes jurarlo, santiguarte,
Ungir tus dedos en la tibia llaga,
Tocarme con los óleos en la boca:
Acabarás negándolo, lo sé.
Mucho tendrás que hacer por convencerme.
Intentarás el viejo truco de comprarme
El alma por un plato de caricias,
Renovarás de nuevo el falso juramento.
Da lo mismo, mi amor, lo negarás
Antes de coronar mi frente con adioses.

ANTAGONIA


Un mastín enragé, qui de sa dent cruelle
Mord un homme, il luy laisse une image de soy
Quíl voit tousjours en l'eau.
PIERRE DE RONSARD


EN mi cuello se advierten
señales ostensibles.
Hizo de mí su presa
y atravesó mi carne.
En las aguas estancas
me contemplo a mí mismo.

THRILLER

I

VOY a contar la muerte del protagonista.
Quebró su corazón la impasibilidad.
Una calle herrumbrosa
recibió su cadáver.
Lo velaron
sonidos minerales de la noche,
el hedor de un río,
una pared decrépita, un yerbajo.
Al llegar la mañana
no lo veía nadie.
Lo dejaron allí.


II

AQUÍ el lugar del crimen.
Vean
la huella del cadáver pintada sobre el suelo
el rastro de la sangre necesaria.
La violencia
en los rasgos del muerto:
cicatrices
hundidas hasta el alma
                                    flores
cárdenas en la sien
señales perceptibles del vacío.
El paisaje es ajeno
ni un árbol
ni una luz.
Nadie
vio nada.
En el puño el abismo
ni recuerdo
ni tierra
sólo la sangre propia.

Suicidio.


III

EN mí nada repose.
Quede acaso
un conato de labios en mi frente
una señal de amor sobre mis párpados.

Llevadme a algún lugar en donde sufra
eternamente:
un volcán encendido
un lago de tristeza
una sima de mar que me disuelva.


NACHMAHR


Y para qué contaros
que me despierto a veces en medio de la noche,
los párpados ardiendo, los labios
palpitando como un
oleaje de púrpura.
Abro entonces los ojos apartando las sombras,
las manos
que aún ciñen mi cintura tras el tibio placer
y salto
para buscarla a ella,
amada íntima
superviviente
de los naufragios múltiples del corazón,
último sueño, dulce pesadilla
abominable como
el recuerdo infinito de un amor innombrable.